Desde hace tiempo, las empresas del sector de la alimentación están teniendo que incorporar en su gestión diaria cuestiones relacionadas con la cultura de seguridad alimentaria.

La Global Food Safety Initiative (GFSI), publicó en 2018 las directrices para ayudar a los profesionales del sector a promover y mantener una cultura de seguridad alimentaria en sus organizaciones.

Normas internacionales de Seguridad Alimentaria como BRC e IFS han incorporado a su contenido requisitos relacionados con este aspecto. Desde la redacción de la política hasta la elaboración de un plan para impulsar el desarrollo y mejora continua de la cultura de calidad y seguridad de los alimentos. Dichas normas, actualmente en revisión, se prevé incluyan más requisitos en esta línea en las nuevas versiones que se publicarán próximamente.

Asimismo, la Unión Europea publicó el año pasado el Reglamento 382/2021 de la Comisión de 3 de marzo de 2021 por el que se modifican los anexos del Reglamento (CE) nº 852/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo a la higiene de los productos alimenticios, en lo que respecta a la gestión de los alérgenos alimentarios, la redistribución de alimentos y la cultura de seguridad alimentaria. El texto dispone que los operadores de las empresas alimentarias establecerán y mantendrán una cultura de seguridad alimentaria adecuada, y presentarán pruebas de ello, así como del compromiso de la dirección en su consecución.

En este contexto, parece lógico pensar que realmente es necesario que las empresas de alimentación trabajen de manera sistemática para construir y consolidar una cultura de seguridad alimentaria que impregne a toda la organización, desde la alta dirección fluyendo hacia abajo.

Para ello las organizaciones deberían seguir los siguientes pasos:

• • Realizar un diagnóstico de la situación de partida, a través de encuestas o grupos focales con los empleados y, por otro lado, considerar el resultado de auditorías internas, externas, de clientes, de instalaciones, reclamaciones, etc.
  • Evaluar los resultados del diagnóstico, identificando puntos fuertes y áreas de mejora.
  • Establecer planes de acción adaptados a cada una de las problemáticas identificadas, teniendo en cuenta que es necesario actuar tanto sobre los procesos como en el comportamiento de las personas.

Desde Zitec hemos definido una metodología de trabajo que permite mejorar, consolidar y cuantificar la cultura de seguridad alimentaria de cada empresa, si deseas ampliar información puedes contactar con nosotros a través del correo zitec@zitec.es

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