Hoy 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, con el objetivo de disminuir el hambre en el mundo, propósito que busca la Agenda 2030 con su meta con #hambrecero (ODS2).

  NO DEJAR A NADIE ATRÁS, es el mensaje de la FAO para este año. Momento para reflexionar sobre la importancia y el impacto de los alimentos en nuestra sociedad, trabajando juntos por un futuro inclusivo y sostenible, mostrando una mayor empatía y amabilidad en nuestras acciones.

  En todo el mundo los sistemas alimentarios emiten hasta un tercio de los gases de efecto invernadero mundiales, contribuyen al 80% de la deforestación de bosques tropicales, y son uno de los impulsores de la degradación del suelo y la desertificación, la escasez de agua y la disminución de la biodiversidad.

  Las organizaciones del sector privado juegan un papel importante para conseguir alcanzar el objetivo “Hambre Cero”, a través del impulso de la agricultura sostenible, el I+D+i tecnológico, desarrollando unas políticas de debida diligencia en materia medioambiental en su cadena de valor e impactando de forma positiva en las comunidades en las que operan, para favorecer el acceso de la población a alimentos sanos y suficientes.

  El sector agrícola o el sector de la alimentación están más ligados a este objetivo. Sin embargo, cualquier sector de actividad puede adoptar otras medidas:

Fomento de hábitos de vida saludabledentro de las propias organizaciones

Disminuir el impacto medioambiental que tienen sus actividades, para evitar crisis ambientales que repercutan en la nutrición de la población.

Invertir en innovación y tecnología que posibiliten un mayor acceso a alimentos en los países en desarrollo. Por ejemplo, maquinaria para llevar a cabo procesos más eficientes y sostenibles.

Integrar los principios rectoressobre Empresas y Derechos Humanos y políticas de debida diligencia para evitar impactos negativos sobre los derechos humanos de las comunidades, especialmente sobre el derecho a la alimentación, tanto en los países en los que opera como en los de su cadena de valor.

Impulsar el desarrollo localmejorando los sistemas de producción e incluso de consumo de agua.

Formar a empleados y a la cadena de valor en prácticas de producción y consumo sostenibles, Derechos Humanos, así como en los ODS y el desarrollo sostenible.

Reducir el desperdicio de alimentos.

¡Nuestras ACCIONESson nuestro futuro!

¡TODOS debemos ser el cambio!